Llenas de color mi vida,
alumbras mi despertar,
te quiero más cada día
y no te pienso olvidar.
Los destellos del atardecer
son muy hermosos,
pero no pueden compararse
con el brillo de tus ojos.
El amor es una cosa
que no se puede ocultar,
si no lo cuenta tu boca,
te traiciona el suspirar.
Cuando el mar se seque
y el sol deje de brillar,
ese será el día
en que yo te deje de amar.
Si tuviera que hacerte un regalo,
te regalaría un espejo,
porque después de ti,
lo más bonito es tu reflejo.
El cristal de mi ventana
lo empaño con mi aliento,
en él escribo tu nombre y
después lo borro a besos.
Te quiero más que a mi madre,
y siento que estoy pecando,
pues ella me dio la vida
y tú me la estás quitando.