Andaban juntos,
solos.
Era la primera vez,
sus mentes,
aún no asimilaban el momento,
pero, ahí estaban,
en silencio,
aquel silencio que acude en el atrevimiento.
Las manos,
enlazadas sin firmeza aún,
acompañaban el andar,
observaban sin mirar,
escuchaban sin oir.
Algo los detuvo,
sus corazones tambien,
era,
el momento de la decisión.
Continuaron el camino
sin decirpalabra alguna,
no era necesario,
todo estaba dicho ya.
Eran firmes los pasos ahora.
Se dibujaron tímidas sonrisas en sus rostros.
Se miraron,
suficiente fué.
El resto del tiempo,
lo compartieron bajo el mismo sol,
bajo la misma luna,
sobre el mismo lecho.
HCC/MARZO/2016
hernan1951
lima miraflores
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ya quisieran algunas manos acariciar como lo hacen tus palabras....!