¿Qué cómo aprendí a vivir, y cuándo aprendí a querer?
¿Qué cómo aprendí a sufrir? ¿Cuándo? ¿Cómo?....no lo sé.
Aprendí a mirar las estrellas, alumbrando los sueños con ellas. A mirar los colores del viento y a sentir el sabor del silencio.
Aprendí a encender ilusiones y a escuchar hablar los corazones, con palabras calladas, con matices de mil sensaciones.
Cuando un día, el dolor tomó mi mano, conocí de frente a la tristeza, la pena y el llanto se marcharon, al sentir el amor y su grandeza.
La soledad, querida compañera, la que con tanto miedo rechazaba, me mostró la paz y la armonía de los momentos que con ella estaba.
Comprendí, el sentido de la vida, viviendo el amor y la desdicha, sintiendo la alegría y la tristeza, conociendo lo breve de la vida.
Aprendí el valor de la paciencia, a calmar los vientos de mi ira, a llenar con mares de esperanza las zonas más oscuras de mi vida.
Es así, que aprendí a vivir.
Lo Que He APRENDIDO Sobre La Vida
He aprendido que no puedo hacer que alguien me ame,
solo convertirme en alguien a quien se pueda amar;
el resto ya depende de los otros.
He aprendido que por mucho que me preocupe por los
demás, muchos de ellos no se preocuparan por mí.
He aprendido que puede requerir años para construir
la confianza y únicamente segundos para destruirla.
He aprendido que lo que verdaderamente cuenta en la
vida, no son las cosas que tengo alrededor sino las
personas que tengo alrededor.
He aprendido que puedo encantar a la gente por unos
15 minutos; después de eso necesito poder hacer más.
He aprendido que no debo compararme con lo mejor de lo
que hacen los demás, sino con lo mejor que puedo hacer yo.
He aprendido que lo más importante no es lo que me
sucede sino lo que hago al respecto.
He aprendido que hay cosas que puedo hacer en un
instante que ocasionan dolor durante toda la vida.
He aprendido que es importante practicar para
convertirme en la persona que yo quiero ser.