jamakuko

Me alejo de todo lo que es extraño para mi cuerpo, me sumerjo entre las horas bandidas
y creo, que todo tiene un sentido en esta vida, pero siempre todo acaba por perdida
lapidando mis deseos de tenerte a mi lado, no es remoto el tiempo que creí acaricialo.
Ahora me sumerjo entre los entresijos del que será, entre las avenidas de la enemistad
entre los andenes de la desesperación y solo se que soy un mendigo de tu corazón.
Todos los días comienzan igual en mi vida, inflinjiendo el silencio que hay entre tu dulces besos
y mi corazón espeso, de todo lo que un día creí que sería eterno.
Son las sombras del ayer las que no dejan renacer el deseo cautivo de mi piel y tu dulce piel
anhelo cada instante, en el que te regocijabas y me sumerjias, en las aguas más templadas
en tu dulce mirada y en tu cuerpo desnudo entre las sábanas mas embusteras que jamás creí conocer
que es el ser si no está en nuestros corazones ?-Como un día dije-
Tu eras la sal que curaba mis heridas, tu eras la batalla que no daba por perdida
y entre mis oraciones mas ocultas, siempre reflejaban cada latido de tu desnudez
incauta, cautiva, ensimismada me decias, para ya, que me matas de risa
aquello se fue, como se van las noches de verano y no puedes contarlas con una sola mano
y al amanecer te fuistes como se va la aurora boreal, sin hacer ruido y resplandenciendo
todo aquello que era nuestro, todo el mar es un veneno, entre mis cuernos.