Reposó los recuerdos
en el regazo del olvido.
Olvidó que el corazón
no descanza en sueños
ni reposo alguno.
Vano era el intento,
optó por mantenerlos
como gratos momentos.
Hoy lo acompañan,
no con pesares ni congojas
fueron parte de su vida
y merecen estar ahí
donde el corazón manda
y la mente guarda.
HCC/Nov.2015
hernan1951
lima miraflores
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ya quisieran algunas manos acariciar como lo hacen tus palabras....!