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Había una vez, en las afueras de un pueblo, un árbol enorme y hermoso que vivía regalando a todos los que se acercaban el frescor de su sombra, el aroma de sus flores y el increíble canto de los pájaros que anidaban entre sus ramas.
El árbol era querido por todos, pero especialmente por los niños, que trepaban por el tronco y se balanceaban entre las ramas con su complicidad complaciente. Si bien el árbol amaba a la gente, había un niño que era su preferido. Aparecía siempre al atardecer, cuando los otros se iban.
-Hola, amiguito-decía el árbol y con gran esfuerzo bajaba sus ramas al suelo para ayudar al niño a trepar, permitiéndole además cortar algunos de sus brotes verdes para hacerse una corona de hojas aunque el desgarro le doliera un poco. El chico se balanceaba con ganas y le contaba al árbol las cosas que le pasaban en casa.
Casi de un día para otro, el niño se volvió adolescente y dejó de visitar al árbol.
Pasó el tiempo…y de repente, una tarde, el árbol lo vio caminando a lo lejos y lo llamó con entusiasmo:
-Amigo…amigo…Ven, acércate…Cuanto hace que no vienes…Trepa y charlemos.
-No tengo tiempo para estupideces-dijo el muchacho.
-Pero…disfrutábamos tanto juntos cuando eras pequeño…
-Antes no sabía que se necesitaba dinero para vivir, ahora busco dinero. ¿Tienes dinero para darme?.
El árbol se entristeció un poco, pero se repuso enseguida.
-No tengo dinero, pero tengo mis ramas llenas de frutos. Podrías subir y llevarte algunos, venderlos y obtener el dinero que necesitas…
-Buena idea-dijo el muchacho y subió por la rama que el árbol le tendió para que trepara como cuando era chico.
Y arrancó todos los frutos del árbol, incluidos los que aún no estaban maduros.
Llenó con ellos una bolsa de arpillera y se fue al mercado. El árbol se sorprendió de que su amigo no le dijera ni gracias, pero dedujo que tendría urgencia por llegar antes de que cerraran los compradores.
Pasaron diez años hasta que el árbol vio pasar otra vez a su amigo. Era ya un adulto.
-¡Qué grande estás!-le dijo emocionado-; ven, sube como cuando eras niño, cuéntame de ti.
-No entiendes nada, como para trepar estoy yo…Lo que necesito es una casa. ¿Podrías acaso darme una?
El árbol pensó unos minutos.
-No, pero mis ramas son fuertes y elásticas. Podrías hacer una casa muy resistente con ellas.
El joven salió corriendo con la cara iluminada. Una hora más tarde, con una sierra cortó cada una de sus ramas, tanto las secas como las verdes. El árbol sintió el dolor, pero no se quejó. No quería que su amigo se sintiera culpable.
El árbol guardó silencio hasta que terminó la poda y después vio al joven alejarse esperando inútilmente una mirada o gesto de gratitud que nunca sucedió.
Con el tronco desnudo, el árbol se fue secando. Era demasiado viejo para hacer crecer nuevamente ramas y hojas que lo alimentaran. Quizás por eso, porque ya estaba viejo cuando lo vio venir años después, solamente dijo:
-Hola. ¿Qué necesitas esta vez?
-Quiero viajar. Pero,¿qué puedes tú hacer?. Ya no tienes ramas ni frutos que sirvan para vender.
-Qué importa hijo-dijo el árbol-, puedes cortar mi tronco…con él quizás consigas construir una canoa para recorrer el mundo a tus anchas.
-Buena idea-dijo el hombre.
Horas después volvió con un hacha y taló el árbol. Hizo una canoa y se fue.
Del viejo árbol quedó tan sólo el pequeño tocón a ras del suelo. Dicen que el árbol aún espera el regreso de su amigo para que le cuente de su viaje.
Nunca se dio cuenta de que ya no volvería.
El niño ha crecido, pero tristemente se ha vuelto un hombre de esos que nunca vuelven a donde no hay nada más para tomar.
El árbol espera, vacío, aunque sabe que no tiene nada más para dar.

En la vida , se pasan estas situaciones... amistades falsas, amores insanos, que a menudo te destruyen, hasta el punto de  no sentir  autoestima, mueres por dentro,  te sientes utilizado, y vas creando una desesperanza,  la desilusion te embarga y parece que has llegado al fondo,  y te quedas alli, encerrado en esa situacion,  es donde  te puedes aniquilar como persona y ente superior, Y me hace recordar las palabras de mi ex: El salto del Gato,   jajajajaja, esto queria decir;  Nunca digas todo lo que sabes (en cuestiones de profesion) y nunca expreses todo tu cariño y amor.... deja algo para tí.... hoy día le doy la razon.. de lo contrario quedaras

seco, en espera de un nada.

Renacer, levantarse, son buenas palabras, lo dificil es  buscar la manera de ahcerlo,  para eso  se debe  cerrar los circulos y  encaminarse hacia otra meta, superando obstaculos..

Nadie te puede hacer daño, solo  el que tu le permitas, tu eres el dueño de tus vida, entonces es tu responsabilidad, llevar una buena vida....

Eternamente

Lucrecia

¿Qué pensaría de mí Shakespeare si me parara frente a él y en su cara le gritara que por culpa de sus novelas mis primeros novios creyeron en un amor adulterado por una premisa denominada romanticismo?

En ocasiones pregunto qué sería del amor sin la existencia del romanticismo. No sé, pero  especulaciones –y las de los verdaderos conocedores de este fenómeno- dicen que la gente se dedicaría a satisfacer sus deseos carnales de la misma forma en que compensan sus ganas de comer o ir al baño. No sería fácil, es cierto, pero se encontraría alguna forma para pactar un encuentro sexual con alguien. ¿Qué haga el experimento, qué lo intente? Imposible. Nos encontramos en una era en que las imposiciones ideológicas del mercado, se superponen a las ganas, al deseo, al placer. Reconozcamos que vivimos reprimidos y en todo caso maniatados; que el pretexto perfecto, bajo el cual se puede negociar un encuentro sexual placentero, se denomina romance.

Que levante la mano aquel que no haya tenido que negociar románticamente antes de convencer a una mujer para que se desabrochara el brasier o se bajara las pantaletas. A ver? El caso también puede ser aplicado a la inversa, mujeres; sólo es cuestión de decir: que levante la mano aquella que haya podido establecer un encuentro sexual sin que al otro día el sujeto con quien lo lograron, las esté acosando por teléfono y bajo el influjo de ese referido estado de apendejamineto mental, no pare de repetirles que estuvieron maravillosas, que son lo mejor que existe sobre la faz de la tierra, que será imposible olvidarlas y sobre todo,

“si están libres mañana en la noche para volverlo a repetir.”

He aquí algunos significados importantes….

¿Amante?... v. movida, detalle o nalga. adj. y s. Se dice de la persona que se baja los calzones ante un ser que a su vez se los baja ante otra. fig. Aquel cuyo mérito consiste aplacar las ansias sexuales de un amor prohibido. Vulg. la otra, el otro.

¿Amigo cariñoso?... Amigo, ga adj. y s. Que tiene amistad: persona amiga. gén. de los que aman, no son amados pero también tienen ganas. fig. aficionado a algo. M. querido, amante. Tratamiento afectuoso.

Cariñoso adj. Afectuoso. Amigo cariñoso, fig. el que se aficiona a las tetas o nalgas de aquella con la que tiene amistad; fig. que ofrece un trato sexual, por tanto afectivo. Amiga cariñosa ger. Que anda necesitando.

Tal vez sea más válido si alguien  dice que efectivamente puede demostrar el sexo sin sentimientos de por medio y que para muestra tiene a su Amiga (o) con derecho. ¡Ah! ¿Cómo cambian las cosas, verdad? Este caso es mucho más complejo.

Estos seres pertenecen a una comunidad oculta denominada amigos con derechos, secta de la cual existen indicios históricos antiquísimos y cuya extinción temporal y ocultamiento social, se debió a la moral restrictiva expandida a la par del cristianismo.

La idea es que éste, fundamenta su existencia en la necesidad de satisfacer sus ansias corpóreas al tiempo que sacia las del alguien más, sin importar el género. Fornicar libremente, sin que existan esos pactos o contratos, es parte también de la naturaleza humana. Pero, eso es animal. Claro y ¿acaso los animales no matan para sobrevivir? (¿?) La diferencia es que somos los únicos seres vivos sobre la faz de la tierra que tenemos la capacidad de relacionarnos sexualmente en cualquier época del año, sin que el fin sea la reproducción; aunque esto nos haga también los únicos seres vivos con la capacidad de reprimir los deseos sexuales, mutando el cortejo a un acto teatral escenificado por regalitos de toda índole y representado con palabras amelcochadas.

En la actualidad, es muy fácil observar que, mientras la formalización de relaciones sentimentales bajo contrato civil va en decremento, el número en la taza de divorcios –en el caso de quienes sí quisieron casarse- ha aumentando considerablemente y aunque este fenómeno, no es exclusivo de las parejas jóvenes, puede pensarse que en un 70% de los casos, el problema alude a una sexualidad mal practicada, o bien, mal concebida dentro del vínculo romántico prematrimonial. ¿Qué quiere decir esto? Que es muy obvio que la mayoría de las parejas jóvenes se casan para validar socialmente sus practicas sexuales y son muy pocas las que lo hacen concientes de las implicaciones que acarrea el compromiso con la persona a quien se dice amar; que las ganas de experimentar la sexualidad bajo el manto de la prohibición, hace de una relación de pareja algo tan “romántico” que, cuando ésta se encuentra validada por la sociedad pierde el encanto y se vuelve como cualquier otra; que si Romeo se hubiera casado con Julieta, al cabo de la luna de miel, ella hubiera tenido que exigirle a Shakespeare una segunda o hasta tercera parte de la novela, para continuar su idilio con dos o tres hombres más que ayudaran a hacer más soportable aquella relación fofa, sin chiste y poco “romántica”, con su marido.

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Esto ha llevado a muchos jovenzuelos a establecer relaciones sexuales sin casarse aunque sí, formalizando la relación bajo un pretexto sentimental y cuya cohabitación los ubique en un lugar más o menos válido, dentro de la sociedad. Es decir, que exista la unión libre, el sexo sin compromiso pero con amor.

A todo esto, ¿puede alguien decir, qué fregados es el amor; por qué se le dedica un día del año y sobre todo, por qué se le hace tanta algarabía al Valentín, al Cupido, a los corazones rojos y al romanticismo (visto como acto un ñoño, pretexto para la comercialización de los sentimientos)?

La verdad es que la percepción del amor se encuentra concebida de manera distinta entre una y otra persona. El amor, como algo concreto –por fortuna-, difícilmente puede ser visto de manera homogénea; más bien, el concepto parte de una visión particular y cada quien puede concebirlo líricamente de la forma en que más le agrade, lo cual, nos llevará de nuevo por las rutas cavernosas del romanticismo.

Como función biológica, las cosas se ponen peores y dejaría que fueran los biólogos los que nos explicaran el significado del amor.

Lo que nadie puede dejar de asumir es que el amor es un estado de aceptación total hacia alguien o algo, que alguna vez perteneció al mundo de lo ideal (es decir, que no tenía defectos) y que por alguna extraña causa, cuando se alcanza, es bajado salvajemente al mundo real (gracias a todos los defectos que se le encontraron). Este tipo de amor es el mismo que puede esfumarse en cualquier momento, sin avisar y es el más nocivo para la estabilidad mental del humano.

Besos caballero, besitos de dama

Besos que se dan, corazones que no aman

Besos que comienzan en el bar y terminan en la cama.

-Armando palomas

Eternamente

Lucrecia

La Importancia de Vivir en el PRESENTE

¿Por qué te preocupas de tantas cosas?
¿Por qué llevas el peso de un ayer que lamentas, si ya no está en tus manos?
¿Por qué te angustia el temor de un mañana?
Dale a cada día su afán.
El ayer... pasó.
El mañana.... no llegó.
No te aferres al pasado, ni a los recuerdos tristes.
No reabras la herida que ya cicatrizó.
No revivas los dolores y sufrimientos antiguos.
Lo que pasó, pasó...
De ahora en adelante, pon tus fuerzas en construir una vida nueva, orientada hacia lo alto y camina de frente, sin mirar hacia atrás.
Haz como el sol que nace cada día, sin pensar en la noche que pasó.
Vive bien el hoy que tienes en tus manos.

Deja el ayer que te atormenta.
Deja el mañana que te inquieta.
Piensa únicamente en que dispones de hoy.
¡Aprovéchalo!
¡Agradécelo!
Piensa que hoy, es tu día.
Con ayer no cuentas, con mañana tampoco.
Para luchar.... Para vencer.... Para reparar.... Para amar.... cuentas con hoy.
Si te preocupas por cosas que ya pasaron y acerca de las cuales nada puedes hacer, mentalmente te encuentras ligado a un pasado que te lastima.
Los recuerdos desgastan la energía que tenemos disponible para vivir el presente.
Por otra parte, las angustias ocasionadas por hechos que todavía no acontecieron, que se encuentran en un futuro, ya sea próximo o lejano, son también zonas de la mente que desgastan energéticamente.

 
Si piensas en el pasado o en el futuro te inmovilizas en el presente, te quedas estático, imposibilitado de actuar adecuadamente, mientras tu mente viaja a regiones inútiles de tu existencia.
Programar el futuro, planear estrategias para alcanzar una meta racionalmente lógica, y emocionalmente aceptable hacia la cual dirigirse, es muy diferente a construir castillos de naipes para un futuro ilusorio.
Si uno no trabaja en su presente para hacer realidad esos deseos, la energía que ha gastado construyéndolos es energía perdida.
Del mismo modo, revisar y valorar las experiencias pasadas para extraer de ellas las lecciones que podamos emplear en el presente, es válido y deseable.
Pero es muy diferente a estar "rumiando" experiencias dolorosas, ya que éstas alimentan una idea negativa acerca de uno mismo.
No mires al pasado mucho tiempo y al futuro cada momento.
Aprende que la vida no es pasado ni futuro, la vida es cada segundo que respiramos, cada momento que reímos, cada momento que desperdiciamos sufriendo por el ayer y nos preocupamos por lo que quizá tenga que suceder.
Si viviéramos cada segundo de hoy como debiera ser, no nos afectarían tanto viejos recuerdos y dolorosos fracasos que en el presente no tienen nada qué hacer

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Por eso cuando estés aferrado al ayer o tengas miedo de lo que pueda ser, recuerda que cada segundo es aquel que no ha de volver, como cada gota de agua que cae sólo una vez, como cada flor que crece y en otro momento florece, como el día de hoy que no mira hacia atrás para seguir adelante.
Pasado, presente y futuro, no son períodos en el tiempo, son períodos en la mente.

 
Aquello que no está más frente a la mente, se vuelve pasado.
Aquello que está frente a la mente es el presente y aquello que va a estar frente a la mente es el futuro.
El pasado es aquello que no está ya más frente a ti.
El futuro es aquello que no está aún frente a ti.
Y el presente es aquello que está frente a ti y se está escurriendo de tu vista.
No te aferres al pasado...

 
¡Lo que se fue, se fue!
El presente también se va a ir, y pronto será pasado.
Tampoco te aferres al futuro porque el mañana se volverá hoy y luego se volverá ayer.
Todo se va a volver un ayer.
Todo se te va a escapar de las manos.
El aferrarse simplemente te traerá sufrimiento.
Tendrás que soltarte.
Nuestro sufrimiento, y nuestro dolor pasa por no saber soltarnos.
Vivimos preocupados por el futuro y otras veces angustiados por situaciones del pasado que traemos una y otra vez a nuestra mente y las convertimos en presente y así seguimos sufriendo y sufriendo.
Tenemos que comprender que nuestro tiempo, el único que vale, es el ahora... este momento..

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Observemos a los niños, no saben de pasado, ni de presente, ni de futuro.
Es de día cuando ven luz, es de noche cuando hay oscuridad, no conocen los relojes.
Viven, se entregan y en esa entrega minuto a minuto se sueltan, disfrutan el momento.
No logran comprender a los adultos.
A veces hasta nos miran extrañados

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Nos ven correr, nos ven llorar, nos ven ansiosos y demás.
Y ellos; esos "locos bajitos" nos están enseñando y a su vez recordando que la vida es maravillosa si sabemos ubicarnos en el ahora, en este instante.

¡Vamos, levántate... porque la luz del sol está afuera!

Eternamente

Lucrecia

Nos Dejamos.. Nos Juntamos... Nos Divorciamos, O Mejor, Ahí La Dejamos..

La relación de pareja es uno de los escenarios en el que el conflicto aparece de manera constante y permanente...Los conflictos aparecen para ser solucionados…No para ser postergados.

Los conflictos, que no los problemas, dentro de la relación de pareja surgen en primer lugar, porque en toda relación humana existen tales aprietos. En segundo término, porque la pareja la conforman dos seres individuales, con su personalidad y carácter propio,  y en tercer término,  porque la relación en sí,  requiere de una serie de transacciones que es necesario sortear para solucionar tales apuros.

Pero en realidad nos juntamos en aras del amor,  o en cuestiones que involucran el estado de enamoramiento, porque evidentemente no es lo mismo, estar enamorado de alguien, qué vivir con ese alguien del que estamos enamorados…

La gran mayoría de las parejas, si no es que todas, nos unimos, nos casamos, decidimos vivir en unión libre, o bien,  juntamos nuestras vidas porque creemos, porque deseamos,  que este estado enamoramiento durará toda la vida… Al poco tiempo,  nos vamos dando cuenta que esto no es así,  y es en ese preciso instante, en el que sentimos que nuestra pareja ya no nos ama, ya no nos quiere,  y lo que es más difícil de aceptar, que ya no quiero a mi pareja,  o que ya no la amo... porque ahora sí que existen problemas, conflictos y aprietos en la relación.

Es urgente dar solución a situaciones de dinero, de roles, de expectativas, de frecuencias en la vida sexual, dar una solución al tiempo libre de cada uno… A las familias extensivas… a los amigos…al trabajo… y además,  un tiempo a la pareja…sobre todo a la pareja, a esa persona con la que he decidido pasar mis días…buenos, malos, regulares, hoy, mañana y tal vez, siempre…

También necesito resolver mis situaciones externas  e internas, he optado por un compromiso y ahora resulta,  que tengo una pareja a mi lado…y,  ahora que hago con ella, qué hago conmigo...qué hago con nosotros?

Los conflictos se presentan en cada momento…hablamos, decimos, reclamamos, nos enojamos…nos culpamos, pedimos perdón,  y todo,  para después de un tiempo, volver a lo mismo…

Toda vez que  no  hemos agotado nuestros recursos… tomamos como decisión, la ruptura, el divorcio, la separación… Y entonces, nos damos cuenta que nuestras broncas no terminan, sino que tenemos que afrontar otras, como la soledad, la tristeza, la culpa, la depresión,  y el desgarre mismo de la ruptura, del desprendimiento de una situación o condición,  a otra.  No sé sí mejor o peor, pero diferente.

Hoy en día una solución fácil y rápida es la disolución del vínculo…Sin darnos cuenta que esta disolución acarrea otro tipo de ansiedades y temores…Al  querernos liberar de algunas circunstancias,  surgen otros con toda su fuerza.

Es evidente que una parte del problema se encuentra en la situación de la pareja… Pero otra parte, y quizá, la más importante es “nuestra” contribución a estos conflictos…lo de menos,  es separarnos, divorciarnos o dejarnos…

El punto más importante que debemos señalar en esta situación es darnos cuenta,  cómo nosotros,  en lo individual contribuimos para la ruptura y la separación, tengan lugar. No que hizo mi pareja para que esto fuera posible… Sí no, cuáles fueron “mis” actitudes, sentimientos, expectativas, creencias, sentimientos y pensamientos que contribuyeron para que esto sucediera, aunque mi alma y mi corazón se encuentren hechos trizas y pedazos…

Qué hice yo ?

Cómo le hice para que esto sucediera?

Cuántas cosas hice,  o dejé de hacer para que mi pareja se alejara de mi?

Qué clase de conductas tuve,  que orillaron a mi pareja a separarse de mi ?

El crecimiento personal en las parejas depende en gran parte de cuánto cada uno de los miembros de la misma está dispuesta a asumir su parte, es decir, la que le corresponde en la relación.  Por supuesto, qué creer pensar o atribuir al otro, es una posición muy cómoda y hasta entretenida.  Pero como yo no soy responsable de nadie más que de mí mismo, es necesario emprender un proceso de autoconocimiento y desarrollo de mi personal…

Para no volver a cometer las mismas situaciones,  en una próxima relación,  o con la misma, si mi deseo es permanecer con ella o con él, y sí no, que importa lo que diga mi abuelita, mi tía o mi prima, la vida es una experiencia individual, sí tengo pareja qué bueno, y sí no, también lo disfruto…

Sólo una vez que yo acepto lo que a mí  me corresponde,  puedo entender el rompimiento y la ruptura, de lo contrario, de lo contario, pasaré echando culpas y enojos al otro, tal vez, con ello, yo salga bien librado, pero al fin de cuentas es un autoengaño.

Las rupturas dejan una huella importante en la vida de cada uno de los integrantes de la pareja… De ti  depende utilizar el conflicto para crecer,  o para quedarte viendo en  cómo le hace tu pareja para echarte la vida a perder…

Frase atribuida a Fritz Perls:

Yo no vine a esta vida para cumplir tus expectativas.

Tú no llegaste a mí , para cumplir las mías .

Tú eres tú

Yo soy yo.

 Y sí  nos encontramos, será  hermoso

Y si no,

Nada puede remediarse.

Como para reflexionar...

Lucrecia

TOMAR DECISIONES CON RESPONSABILIDAD NOS HACE SER LIBRES, FUERTES, ANTES CIRCUNSTANCIAS ADEVERSAS ....

Decidir es algo que hacemos a diario, desde que ropa ponernos hasta por que ruta irnos cada día estamos efectuando distintas decisiones que afectan todos los aspectos de nuestra vida, tanto presentes como futuros.

Por eso, de la calidad de las decisiones que tomamos dependerá lo que obtengamos. Si queremos que nuestras metas se cumplan es necesario que respetemos nuestras decisiones y tomemos las medidas necesarias para perseverar en ellas.

Al mismo tiempo debemos ver cuando nuestras decisiones del pasado no fueron las más acertadas y cambiarlas por decisiones más útiles que nos ayuden a lograr nuestros nuevos objetivos.

Se dice que entre más decisiones tome una persona en su vida, más oportunidades tendrá de ser exitoso, por que sea que sus decisiones sean acertadas o no, lo lleven a fracasos o a éxitos es de este proceso de decidir y actuar que se aprende.

 

Cuando se empieza a depender de los demás para decidir; perdemos nuestra capacidad de pensar y de seguir nuestros propios deseos, lo que nos lleva a sentirnos menos completos y más desdichados.

Por eso la decisión continua y basada en conocimientos nos ayuda a encontrar lo que queremos, en cierto modo mientras más decisiones tomamos, más nos estamos retando a hacer más y a vivir más, a aprovechar cada segundo de nuestra vida.

Las decisiones y los negocios están íntimamente ligados, un negocio donde no se tomen muchas decisiones tenderá a envejecer a perder su actualidad y en últimas a perder ante su competencia. Tomar decisiones lleva a entender el continuo cambio que ocurre en nuestro entorno, ya sea personal o empresarial.

Por eso una actitud positiva hacia al cambio es una actitud que lleva a la acción y al caminar un kilómetro más; a realizar el esfuerzo que otros no están dispuestos a llevar a cabo y por lo tanto a diferenciarse en una forma positiva.

Si dejamos que nuestras decisiones se repitan una y otra vez estás se convertirán en hábitos, que si son buenos son una gran herramienta y si son malos se encargaran de llevarnos a donde no queremos.

Por eso nuestras decisiones deben ser refinadas, pensadas y por último que lleven a la acción. Si tomamos decisiones positivas, nuestra vida será positiva, si tomamos decisiones negativas, así también será nuestra vida.

Pero, ¿Qué es una decisión negativa? Es aquella que nos aleja de lo que en verdad queremos, por eso la importancia de pensar nuestras decisiones, ser concientes que con ellas tenemos el poder de hacer daño o hacer bien. Nuestras decisiones influencian todo nuestro entorno, por eso debemos usar este poder sabiamente. A los se encargaran de llevarnos a donde no queremos.

Por eso nuestras decisiones deben ser refinadas, pensadas y por último que lleven a la acción. Si tomamos decisiones positivas, nuestra vida será positiva, si tomamos decisiones negativas, así también será nuestra vida.

Pero, ¿Qué es una decisión negativa? Es aquella que nos aleja de lo que en verdad queremos, por eso la importancia de pensar nuestras decisiones, ser concientes que con ellas tenemos el poder de hacer daño o hacer bien. Nuestras decisiones influencian todo nuestro entorno, por eso debemos usar este poder sabiamente.

Cuando se toma una desición, se cierra un ciclo.....

Lucrecia...