4αмσяєร

 
registro: 18-10-2013
...las mejores peores palabras te las dije yo...
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Bajo la lluvia , equivocada

Llueve, mi amor, y ya no sé hacer otra cosa que imaginarte bajo la lluvia. Llueve, y ya no sé escribir si no es sobre mojado por si el viento no es capaz de llevarse las palabras. Las promesas de la Primavera se han ahogado a base de silencio y el tiempo no hace más que recordarme que tu olvido estallará en cualquier momento.

Dime dónde podría esconder las migajas de lo que siento para que no se las lleve la marea.. mar adentro. ¿En qué momento se rompieron las botellas donde guardábamos los recuerdos? Dime, porque ya solo quedan trozos de vidrio que se acumulan entre mis dedos cada vez que intento escribir tu nombre.


Dicen que hay más de mil maneras de morir, yo sólo te conozco a ti.

A ti a mi lado respirándome la piel, desordenando mis latidos, provocándome pequeños amaneceres hacia tus labios; ojalá fuera capaz de describirte cuánto quise besarlos aquella noche. Pero estabas tan en calma,

tan sin mi.

Tus manos rebosaban tanta paz y yo debía declararte tanta guerra; si fui a curarte las heridas fue tan sólo con el fin de seguir matándonos después.

"Jamás debiste haberte cogido aquel tren" -me dijeron al verme bajar de la estación en forma de piezas. Yo solo quería cortarme los pulmones con tus uñas, que el dolor me traspasara los huesos de tu recuerdo y retorciera mi clavícula hasta encontrar tu cicatriz. Quizás así, pudiese desde dentro cicatrizar la herida.

A veces te pienso y dejo de existir,

entonces el mundo tiembla y las nubes se echan a llorar creando un ejército de besos que golpean tu ventana. Déjate mojar un rato. Que no conozco imagen más bonita que cuando te vi brillar bajo la lluvia ni conozco escondite más seguro que aquel portal en mitad de la tormenta.

Tú quizás no lo sepas, pero anoche soñé contigo y en el sueño, te prometí que cada vez que lloviera me tendrías a tu lado, con los ojos cerrados y el corazón abierto. Exactamente igual que cuando te vi por última vez. Hoy llueve, diluvia en mi ventana y tú no estás. Pero créeme, yo estoy pegada a la tuya desde la primera gota que ha caído en tus manos.

Asómate a las nubes, mi amor, que no es agua lo que cae desde este cielo oscuro, son caricias y llevan todas tu nombre y la única misión de acariciarte a ti.

Ayudame a quererte en este Abril ácido, que pronto llegará el Invierno y aún tengo que encontrar las fuerzas para no dejarnos morir de frío. Deja tus manos enredadas en mi pelo, acerca de nuevo tu boca a mi cuello y susúrrame el silencio de todo lo que hoy nos estamos callando.

y es que dime, ¿de qué sirve callarnos la vida cuando así solo nos estamos matando?

Ojalá tuviera tus caricias esta noche, la fiebre inunda mi cuerpo y te escribo desde el sofá en donde debería estar acurrucada a ti. La cama parece más grande conforme más te alejas y ya ni siquiera puedo ver tu silueta cuando sale el sol.

Mis sábanas son hoy la definición exacta de una eternidad sin ti.

Cómo no morir ahogada si en cada verso alejas cualquier esperanza de rescatarnos.
Cómo, si tus manos han dejado de intentar nadar.

Las mías están cansadas, mi amor, apenas tienen fuerzas para acabar esta carta y pronto dejarán de intentar salvarte,


dame al menos aunque sea...


un  motivo para odiarte.