Llueve, mi amor, y ya no sé hacer otra cosa que imaginarte bajo la
lluvia. Llueve, y ya no sé escribir si no es sobre mojado por si el
viento no es capaz de llevarse las palabras. Las promesas de la
Primavera se han ahogado a base de silencio y el tiempo no hace más que
recordarme que tu olvido estallará en cualquier momento.
Dime
dónde podría esconder las migajas de lo que siento para que no se las
lleve la marea.. mar adentro. ¿En qué momento se rompieron las botellas
donde guardábamos los recuerdos? Dime, porque ya solo quedan trozos de
vidrio que se acumulan entre mis dedos cada vez que intento escribir tu
nombre.
Dicen que hay más de mil maneras de morir, yo sólo te conozco a ti.
A
ti a mi lado respirándome la piel, desordenando mis latidos,
provocándome pequeños amaneceres hacia tus labios; ojalá fuera capaz de
describirte cuánto quise besarlos aquella noche. Pero estabas tan en
calma,
tan sin mi.
Tus manos rebosaban tanta paz y yo
debía declararte tanta guerra; si fui a curarte las heridas fue tan sólo
con el fin de seguir matándonos después.
"Jamás debiste haberte
cogido aquel tren" -me dijeron al verme bajar de la estación en forma
de piezas. Yo solo quería cortarme los pulmones con tus uñas, que el
dolor me traspasara los huesos de tu recuerdo y retorciera mi clavícula
hasta encontrar tu cicatriz. Quizás así, pudiese desde dentro cicatrizar
la herida.
A veces te pienso y dejo de existir,
entonces
el mundo tiembla y las nubes se echan a llorar creando un ejército de
besos que golpean tu ventana. Déjate mojar un rato. Que no conozco
imagen más bonita que cuando te vi brillar bajo la lluvia ni conozco
escondite más seguro que aquel portal en mitad de la tormenta.
Tú
quizás no lo sepas, pero anoche soñé contigo y en el sueño, te prometí
que cada vez que lloviera me tendrías a tu lado, con los ojos cerrados y
el corazón abierto. Exactamente igual que cuando te vi por última vez.
Hoy llueve, diluvia en mi ventana y tú no estás. Pero créeme, yo estoy
pegada a la tuya desde la primera gota que ha caído en tus manos.
Asómate
a las nubes, mi amor, que no es agua lo que cae desde este cielo
oscuro, son caricias y llevan todas tu nombre y la única misión de
acariciarte a ti.
Ayudame a quererte en este Abril ácido, que
pronto llegará el Invierno y aún tengo que encontrar las fuerzas para
no dejarnos morir de frío. Deja tus manos enredadas en mi pelo, acerca
de nuevo tu boca a mi cuello y susúrrame el silencio de todo lo que hoy
nos estamos callando.
y es que dime, ¿de qué sirve callarnos la vida cuando así solo nos estamos matando?
Ojalá
tuviera tus caricias esta noche, la fiebre inunda mi cuerpo y te
escribo desde el sofá en donde debería estar acurrucada a ti. La cama
parece más grande conforme más te alejas y ya ni siquiera puedo ver tu
silueta cuando sale el sol.
Mis sábanas son hoy la definición exacta de una eternidad sin ti.
Cómo no morir ahogada si en cada verso alejas cualquier esperanza de rescatarnos.
Cómo, si tus manos han dejado de intentar nadar.
Las mías están cansadas, mi amor, apenas tienen fuerzas para acabar esta carta y pronto dejarán de intentar salvarte,
dame al menos aunque sea...
un motivo para odiarte.
4αмσяєร
entre el cielo y la tierra
Adăugat:
...las mejores peores palabras te las dije yo...
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