Madre, Hoy solo le pido al cielo
Que en su gloria Dios te guarde,
Y a mi pobre corazon cobarde le borres todo su miedo,
Porque intento recordarte y aunque trato ya no puedo.
Siento un dolor tan cruel que no he podido arrancar,
Siento un sabor a hiel que no he podido borrar.
Siempre guardare en mi memoria aquellas noches de desvelo,
Que con tu amor y tu anhelo de verme sano crecer,
Me intentabas proteger
Con aquellos tus abrazos,
Y cerquita de tus brazos queriendome adormecer,
Se alejaba lenta la noche y llegaba el amanecer.
Tu amor fue la riqueza que el cielo me regalo,
Y que ahora con tristeza, la muerte me arrebato.